En la economía digital es posible comunicarse, comprar, vender, entretenerse y trabajar en línea, entre otras. Hoy en día, hablar de las empresas más grandes del mundo ya no es referirse a petroleras o farmacéuticas, sino a las principales empresas tecnológicas. El documento está estructurado de la siguiente manera: en esta introducción se define el concepto de economía digital y se delimita el alcance del documento. La segunda sección explora las características principales de los modelos de negocio en una economía digital y cómo estas pueden incentivar o inhibir la competencia. La interrogante sobre si los mercados digitales requieren o no ser regulados, y en su caso, qué retos podrían enfrentar los responsables de hacerlo para no limitar la competencia, se aborda en la tercera sección. La cuarta sección delinea algunos retos en materia de aplicación de la política de competencia en el contexto de la economía digital. El documento cierra con una sección de reflexiones finales.
The digital economy makes online communication, commerce, entertainment and work, among other activities, possible. Competition policy is not exempt from disruption. The digital economy’s characteristics (discussed in this document) may lead to concentration in certain markets and even facilitate carrying out anticompetitive practices. Given this trend, there is some debate about the actions or strategies that should be followed: operate under the assumption that digital markets will be efficient through competition processes and therefore require minimum intervention; or regulate them because they are prone to lack competition, even before an anticompetitive practice is observed. In any case, the question as to whether current competition policy tools should be reconsidered or are sufficient to prevent abuse of dominance and cartel activities, is relevant.